lunes, 2 de febrero de 2009

capìtulo doce -

juegos malabares -

- nunca me ha preocupado estar sola, en eso me parezco mucho a ti.
- me neguè a dejarme convencer de que le temiera, sin importar lo real que pudiera ser el peligro. No importa, me repetì en la mente.
- >¿y qué pensarà si no vuelves?  >no tengo ni idea. sabe que tengo intención de hacer la colada. tal vez crea que me he caìdo dentro de la lavadora.
- no te pareces a nadie que haya conocido. me fascinas.
- las personas son predecibles, pero tù nunca haces lo que espero. siempre me pillas desprevenido.
- >no te preocupes, sòlo son unos ocho kilòmetros y no iremos deprisa.  >¡ocho kilòmetros! no le respondì para que no notara còmo el pànico quebraba mi voz. ocho kilòmetros de raìces traicioneras y piedras sueltas que intentarìan torcerme el tobillo o incapacitarme de alguna otra manera.

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